domingo, 6 de julio de 2008

El Recuerdo de la Mujer del siglo XIX en México.

Hay veces que la Historia aunque parece que tiene una muy buena memoria se olvida de las cosas pequeñas e insignificantes, que aunque carentes de valor nos expresan gran parte de la vida cotidiana y del rezago sufrido en la vida actual.Tal es el caso de la mujer y aunque no quiero sonar feminista, si recordamos la Historia
de México, podemos encontrar en la historia de bronce algunas cuantas mujeres que lucharon por una igualdad, podemos empezar por nuestra época prehispánica, donde la figura femenina fue objeto de culto y de gran benevolencia, en nuestra historia colonial o del virreinato encontramos a grandes damas que portaban singular belleza y que encantaban a mas de un extranjero cautivándolo y seduciéndolo con su porte y elegancia, en el México decimonónico nos encontramos con la misma figura, en el Porfiriato la mujer vuelve a destacar por su belleza su singular simpatía y su gran talento para las artes en particular por acoplarse tan rápidamente a la moda afrancesada del momento.

Que podemos decir de la época del siglo XX y del siglo XXI, la incansable lucha de la mujer por ser participe de la política, amante creyente de que el gobierno reside en el pueblo y que por lo tanto ella debe de mostrar un interés propio y muy particular para mejorar el desarrollo de un país, con su entereza y gran voluntad logró alcanzar el voto y por consiguiente algunos puesto de gran renombre.
Pero ¿a casó todo esto es nuevo?, la verdad es que no, si analizamos la Historia de otros países nos daremos cuanta de que en desde el siglo XIX la mujer ha estado más presente en los asuntos políticos, que lo que ahora conocemos, por ejemplo en la Revolución Francesa fue participe de su organización, desarrollo y conclusión de la misma, en España que es el país con el que mas asociación a México tubo una carente participación y esto se debió, sino a la falta de interés por la política sí a la visión paternalista de los españoles.
Esta misma visión fue transportada a territorio de la Nueva España (hoy México), donde la educación de la mujer se limito a su maternidad y la figura de mujer abnegada, una visión que fue puesta en duda al entrar en la contienda por la Independencia, con ello que quiero decir:

1.- La mujer dejo a un lado su entorno privado, es decir su hogar para poderse involucrar en el movimiento social del 1810.
2.-Su participación se caracterizo por sus actitudes, sedujo a las tropas y fue capaz de mantener en comunicación a las partes en conflicto.

El único defecto de este movimiento antes de vanagloriarnos de que se logro la independencia del país, fue que la mujer volvió a quedar relegada a la cotidianidad de su vida, posiblemente el objetivo de estas mujeres no fue marcar una huella en la historia patria, pero hubo un escritor de la época don José Joaquín Fernández de Lizardi, quien propuso que al termino de la lucha independentista a la mujer se lo considerara como persona capaz de ejercer un puesto político, ya que habían demostrado que eran capaces de ser diplomáticas, discretas y llenas de entereza para poder ocupar un puesto benéfico para el progreso de la patria.
Este intento fue el único, la mujer del siglo XIX en el México independiente no recibió grandes beneficios, a comparación de la mujer francesa quien fue reconocida como ciudadana lo que le dio un empuje para poder ser participe de los problemas de su nación.
Para la mujer mexicana la oportunidad de demostrar su valor nuevamente fue en el año de 1910, donde apoyo a las tropas revolucionarias alzadas esta vez en contra de Porfirio Díaz, aquí en este conflicto se les coloco el la historia como las llamadas “Adelitas” aquellas mujeres que apoyaron a las tropas y que no fueron criticadas por su participación y mucho menos fueron vetadas por la sociedad un poco mas consiente del valor femenino y de su participación en los conflictos del país, aun con esto la mujer no obtuvo el voto que la llevaría a ser una ciudadana en forma con todos sus derechos y obligaciones, que aunque se discutió en 1917 no se llego a un acuerdo para poder permitir a la mujer integrarse en su totalidad a la política mexicana, otorgándole ser reconocida como ciudadana.
Pasados los años y casi a finales del siglo XX la mujer obtiene por meritos propios el voto ciudadano en el año de 1953, dejando a un lado la niñez y la adolescencia, para pasar a una edad madura en la que está era capaz de tomar sus propias decisiones y que además le permitía integrarse más a los conflictos nacionales, con ello se abrió la puerta que hasta hoy muchas mujeres han utilizado para ser participes, hasta poder ocupar puestos relevantes como, diputadas, senadoras, alcaldesas o presidentas de la entidades de este México querido.

Por Anman0510